viernes, mayo 21, 2010

adolescente meñique

Uno a veces va por la vida tan despreocupado, metido en su mundo (que yo diría "salido de su mundo"), caminando de la misma forma predecible que hemos aprendido, cada mano y pie recorriendo su "órbita" normal... y si es en casa pues hasta tenemos la confianza de caminar por cualquier parte descalzos y a oscuras. Ocasión ideal para que algo repentino nos devuelva al mundo. Vieron? es "salido de su mundo".

Un ejemplo muy gracioso es la famosa forma de despertar a alguien bañándolo con agua helada, ja! Así que a veces imagino situaciones perfectas para "devolver" a alguien al mundo y reirse un buen rato. Por ejemplo un torneo con un ajedrecista que lleva media hora pensando una jugada: media hora de silencio absoluto... o un ganador de un premio que lleva media hora en el escenario agradeciendo hasta al perro, en fin. Me imagino llegándole a uno de esos en silencio y pa! lepe en la nuca:
- "ya comience la partida!" le gritaría al ajedrecista
- "tanta paja por un grammy latino al mejor video tex-mex?!"
- "coño Gustavo deja de escribir ridiculeces!" me gritaría a mí en este momento

Pues bien, a veces no es necesario otra persona para esto. Basta con cualquier objeto sólido de poca movilidad, con borde vertical atravesado en la órbita que debería recorrer el meñique izquierdo del pie. Sucede. No es suficiente para hacer una película, tal como la de un planeta habitado que se atraviesa en la órbita de un asteroide... pero sí tienen en común que en esos momentos de dolor, uno es capaz de visualizar todo el espacio, planetas, asteroides y sobre todo estrellas.

También hay efectos de sonido, porque a veces el crujido es tan arrecho que parece tener hasta eco. Censura? claro! de lo que somos capaces de gritarle a una pobre silla o marco de puerta, otrora ignorados, en esos momentos! Puede haber hasta "secuelas": no puedes dormir del dolor, vas cojeando a la cocina a tomar agua y de regreso, sed calmada, vida en su rumbo, el destino en tus manos y... crack! otra vez dedo contra silla que ahora te grita:
- "molleja e mamonazo, seguí jodiendo, no juraste hace media hora que más nunca caminabas sin cotiza? y a mí no me griteis que la próxima voy también por el segundo dedo!"

El hecho es que hace rato me dí uno de esos coñazos. No me había fijado que realmente son golpes burocráticos: tarda el cerebro en procesar la vaina y mandar la señal de dolor. Puede pasar un segundo antes que duela. En ese primer segundo D.C. (después del coñazo) no sentí nada, me dio chance de reconocer la situación, mentar madre, redactar todo este e-mail (pensar si debía titularlo: la silla maracucha), pensar en posibles formas de prevenir esto (y por su puesto, mercadearlo), ya me imaginaba a los buhoneros en las colas vendiendo cascos para meñique, cotizas de seguridad, airbags para patas de sillas... También me imaginé una versión bizarra de la famosa broma de Lucy van Pelt a Charlie Brown... le quita el balón antes de patearlo y en su lugar pone una silla invisible, ja! Ha de doler.

Pero será que la culpa no es de la silla sino del dedo meñique? Allí siempre calladito, ignorado en el resto de nuestras vidas... incluso nos vamos a cortar las uñas del pie y... vamos desde el segundo dedo. Nada, si el pie fuera una banda de rock, el meñique sería definitivamente Izzy Stradlin.

Lo curioso es que a veces actúa como Axl Rose: tiene tooodo el ancho del pasillo, tooodo el espacio de la puerta y justo va a darse semejante trancazo? Totalmente adolescente tratando de captar la atención con excentricidades. No me extrañaría que en algún momento quiera renombrarse como "p.kenho"

A todas estas, al segundo segundo... ¿"segundo segundo"?

Bueno, efectivamente, en ese momento, el dolor: "ahí están todos en el mismo lugar de la otra vez: júpiter, saturno, la osa mayor..."

Y al rato, se va calmando la cosa, con algún dolor repentino... y al caminar, aparecen ataques de risa involuntaria que seguramente reducirían mis chances de convencer al personal de emergencias. Quizás es mi otro yo (el mismo de los lepes) burlándose:
- "como siempre caído de la mata... todo el día en el trabajo usando botas de seguridad, no? sóbate"

Por cierto, no debería ser... "subido a la mata"?